El último lazo escultórico con la 'Belle epoque'

Murió Louise Bourgeois. La escultora franco-americana nos dejó el pasado lunes en su amada New York, la ciudad donde vivió prácticamente toda su vida y donde hizo historia. Algunos la llamaron "la eterna niña rebelde". Y es que sus obras se caracterizaron siempre por su abstracción y las connotaciones oníricas. El surrealismo formó parte de su vida y marcó su trayectoria artística. Tuve la oportunidad de ver en Bilbao una de sus famosas "arañas gigantes" y en el Espai d'Art Contemporani de Castelló, dentro del ciclo expositivo Micropolíticas, el conocido habitáculo Célula (Arco de histeria), que simbolizaba una forma de teatro sobre represión y castigo. Me impactó. 

A pesar de su avanzada edad, Bourgeois permaneció desde la Gran Manzana como una de las artistas más vanguardias de las artes visuales. Siete décadas al frente, ni más ni menos. Bourgeois configuró una singular visión creativa del mundo. Esa es una de las funciones que tienen los artistas. Ella, en este aspecto, fue toda una estrella. Au revoir, mademoiselle Bourgeois!

Louise Bourgeois vista por Annie Leibovitz