Un cara a cara curioso

Recibo una llamada telefónica. Contesto con mi particular sentido del deber y educación: "Sí?" Resulta que son de una fundación bancaria (no diré nombres) que llevan a cabo durante el año multitud de actividades culturales. Tras unos breves balbuceos, me dicen que este miércoles, 20 de octubre, una escritora, ganadora del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, guionista, actriz casual, novelista de renombre y célebre columnista de un periódico nacional, participará en un charla y encuentro con estudiantes aquí en mi ciudad, Castellón. La escritora es Elvira Lindo, quien acaba de publicar su obra Lo que me queda por vivir, con la que optaba este año a un Premio Planeta que, finalmente, se lo llevó Eduardo Mendoza. Pues bien, resulta, y esto es lo bueno de toda la historieta que les estoy contando, que desde esa fundación me han pedido --no sé si sabían lo que hacían en esos momentos-- que sea yo, y no otro, quien haga de maestro de ceremonias en ese "encuentro". Si, si, voy a mantener una charla con Elvira Lindo, cara a cara, y con unos 1.200 estudiantes (aproximadamente) fijando su mirada de adolescentes edulcorados en nosotros. 

Cuando me propusieron esta idea dije, y no miento: "Por un lado me halaga el que hayáis pensado en mí para realizar este encuentro. Por otro, y siendo sincero, me acojonáis". ¿Quién soy yo para mantener este cara a cara tan curioso con la creadora de Manolito Gafotas, entre otras obras? ¿Quién soy yo para debatir cuestiones literarias de "alto copete" con la mujer de Antonio Muñoz Molina, al que tanto idolatro? ¿Quién soy yo para mantener firmes a 1.200 almas juveniles en el apartado de ruegos y preguntas? Lo cierto es que, bien, bien, no lo sé. Pero bueno, es una aventura digna de emprender. Los nervios --esos seres desalmados que siempre aparecen cuando no los necesitas-- ya hicieron acto de presencia nada más colgar el teléfono y tras haber dicho: "LO HARÉ". ¡Con un par de cojones, sí señor! 

En definitiva, esta será una experiencia más que satisfactoria, estoy seguro. No siempre tiene uno la oportunidad de compartir mesa y conversación con una gran mente literaria. Hasta la fecha he conocido a grandes escritores, he compartido cena con ellos (como la vez que estuve con Alfredo Bryce Echenique), pero nunca había afrontado un cara a cara con ninguno de ellos. El día 20, seremos Elvira Lindo y yo, yo y Elvira Lindo. A ver que surge de todo esto. Ya os contaré.