Retratos de una comarca (artículo de prensa)

Retrato de José Antonio Segura Segura, vecino de Cinctorres. Por Julio Carbó

Imágenes sencillas que prescinden de adjetivos. Escuetas, concisas, severas, desnudas, sobrias, ásperas algunas, contundentes otras. Al ver las fotografías de Julio Carbó me viene a la cabeza, ipso facto, aquellos retratos de Walker Evans. El maestro norteamericano se caracterizó siempre por retratar imágenes vacías para expresar la carencia, la miseria, el dolor, la cruda realidad de las condiciones de vida miserables de una gente que no pierde su dignidad. Fue el fotógrafo del crack bursátil estadounidense, de la Gran Depresión, un momento terrible para miles y miles de familias. El blanco y negro de sus retratos quedan, una vez los has visto, grabados para siempre en tu memoria por lo impactante de cada una de sus miradas.
Por el contrario, Carbó capta con su cámara momentos menos dramáticos que los de Evans, aunque sí enigmáticos. El morellano, reconocido fotógrafo de prensa, se inmiscuye en las vidas diarias de aquellas personas que viven en ese lugar mítico donde el ser humano y el medio, el arte y la naturaleza, se conjugan con más fuerza: la comarca de Els Ports. Viajar a esta región del interior castellonense es como retroceder en el tiempo, es como si el transcurrir de la historia se hubiese parado en estas tierras donde se conserva la esencia secular de nuestra cultura. Julio Carbó capta a la perfección sus gentes, sus gestos y formas de vida. Recorrer las montañas de Els Ports, sus calles y hablar con sus vecinos sin prisa, nos hace descubrir la soledad de un paisaje duro y difícil, a veces hostil, aldeas, ermitas y masías abandonadas. Es una sensación indescriptible y culturalmente, enriquecedora. Todo ello lo podemos sentir en cada una de las 17 instantáneas que el autor expone en el Museu de Belles Arts de Castelló hasta el 9 de enero de 2011. Una muestra que organiza la Fundación Blasco de Alagón y que ya se ha podido ver en todas las localidades que conforman la comarca. Ahora tenemos la oportunidad de ver, in situ, el homenaje que Carbó quiere hacer mediante la fotografía artística a todas las personas que hacen, día a día, de la comarca de Els Ports un rincón lleno de vitalidad. Paisatges Humans dels Ports, que así es como se titula esta exposición, recoge escenas cotidianas de personas de cada uno de los pueblos de esta región y que retratan su forma de vida. En ellas se puede contemplar a diversas familias en sus entornos domésticos, la escuela, centros eclesiásticos, el dormitorio de alguna casa típica, vecinos yendo de caza o gente haciendo colada.
Sin duda, toda la riqueza arquitectónica, artística o medioambiental de esta comarca dejaría de tener sentido sin las personas que la habitan, ya que son ellos los que conforman el verdadero patrimonio: el humano. Y es que es evidente que los dos patrimonios, el humano y el histórico, van unidos y el progreso en uno repercute en otro. De ahí la importancia de esta exposición fotográfica. En ella se conjuga la historia y la forma de ser de los habitantes de Els Ports.
“Añoraba atrapar toda la belleza que me pasara por delante y, a la larga, creo haber satisfecho este anhelo”, dijo la fotógrafa británica del siglo XIX Julia Margaret Cameron. En el caso que nos ocupa, el de Julio Carbó, no me cabe duda de que ha logrado el mismo objetivo, con el añadido de que la belleza retratada es la de su propia tierra. La frase “el pintor construye, el fotógrafo revela”, no tiene sentido estricto en la obra de Carbó, ya que confiere a cada pieza un aura pictórica. Cada una de las imágenes bien podría ser un lienzo pintado, con sus modelos posando. No existe, por decirlo de un modo sencillo, una acción repentina, todo está pensado al detalle, el encuadre, la luz, las poses de los retratados...
El fotógrafo morellano dijo una vez que la “cámara es un escudo tanto para lo bueno como para lo malo, para todos los sentimientos. Muchas veces escondes las lágrimas cuando tienes que fotografiar un suceso, las desgracias. Intentas no involucrarte afectivamente, pero es difícil”. En Paisatges humans dels Ports seguro que se ha despojado de esa coraza para poner todo su empeño en retratar a los “suyos”.

BLANCO Y NEGRO
Carbó es una persona inquieta y luchadora que se crece en el trabajo. Tras la cámara, entiende todos los colores de la vida y siente la aventura periodística de cualquier día. Sin embargo, para sus trabajos más personales, aquellos a los que se entrega por completo, son en blanco y negro, necesariamente. No es de extrañar que, en la muestra que podemos ver en el Museu, uno de los grandes protagonistas de las obras sea la ausencia de color. A través del blanco y negro Julio Carbó le confiere un carácter más íntimo a cada una de sus fotografías, más cercanas al espectador, casi familiares.
En definitiva, esta muestra encaja perfectamente en el Museu de Belles Arts donde además de la colección permanente y temporal se da mucha importancia a la etnología y costumbres de la provincia de Castellón. Carbó, aunque muchos no sean conscientes, ha realizado un trabajo excepcional de investigación sobre la geografía de Els Ports y, lo que es más importante, su población. Su mirada, privilegiada diría yo, acerca con gran pasión su tierra y todo aquello cuanto le rodea. Ese amor patrio, ese sentimiento de pertenencia a un lugar, otorgan a cada uno de sus retratos un valor único. La necesidad de recrear el día a día de los vecinos de esta comarca castellonense y de hacernos partícipes de sus experiencias invita al espectador a detenerse ante cada pieza y observar, con detalle, la maestría de Carbó.

Comentarios

Inés ha dicho que…
Simplemente me encanta esta exposición, la veo cada día cuando entro en el museo y me quedaría allí plantada mirando cada vez que paso.
Ya sabes mi amor por la fotografía.
Un beso
Eric GC ha dicho que…
Hola Inés! Hacía ya mucho que no sabía nada de ti. Me alegra leerte. Y sí, sé de tu amor por la fotografía. Lo cierto es que la exposición está muy pero que muy bien.
Un beso.

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